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Gimeno: “La reproducción asistida no es la solución al retraso de la maternidad”

FARO DE VIGO | 13/12/2011

La periodista sostiene que son las circunstancias socioeconómicas las que han postergado tener hijos y que la respuesta debe ser una responsabilidad compartida

“La reproducción asistida es una ayuda inestimable cuando tienes problemas de fertilidad, pero no puede ser considerada la solución al retraso en la edad de la maternidad”,decía ayer en el Club FARO la periodista Anna Gimeno Berbegal, madre por reproducción asistida. “Ser madre después de los 40” fue el título de una charla que le presentó Elkin Muñoz,director de la clínica IVI deVigo.

Lo que afirma Gimeno es que hay que plantear soluciones alternativas a las verdaderas causas del retraso maternal y de la infertilidad, que ha aumentado mucho.“Las circunstancias socioeconómicas nos han llevado a aplazar nuestra maternidad y con ello al riesgo de padecer problemas de fertilidad. Creo que es importante –dijo– que las mujeres y los hombres vean claro que la maternidad ha de ser una responsabilidad compartida, una responsabilidad social,y sigan reivindicando soluciones ambiciosas que permitan a las mujeres ser madres y ejercer su maternidad en las mejores condiciones: en las edades más saludables para madres e hijos y con las ayudas necesarias para una crianza de calidad para madres y padres (tiempo para dedicarlo a los hijos)”.

club faro de vigo1La periodista, a la que la editorial Alba le publicó ”El deseo de ser madre (guía para conocer y afrontar un proceso de reproducción asistida)”, contó que una de las causas de escribirlo fue que, caso de llegar ella al final de su intento con las manos vacías (luego tendría dos niños), toda la experiencia, los conocimientos adquiridos, las lecturas realizadas y el esfuerzo invertido en el proceso se perdiera “o quedara reducido a un asunto íntimo sin posibilidad de transmisión a las mujeres que como yo iban a iniciarse en esta aventura”.

¿Porque deseamos ser madre, a los 40 o a los 23? Y especialmente ¿por qué deseamos un embarazo?, se preguntó en voz alta.“…en realidad –dijo– desear ser madre no deja de ser una fortaleza, una reivindicación personal pero también un recurso tremendamente complejo, y extraordinariamente sofisticado de la naturaleza para la supervivencia de la especie. Un recurso natural que pelea por sobrevivir pese a todos los factores que hoy en día agreden la fertilidad, y que son unos cuantos”.

Para resaltar hasta qué punto ese deseo de ser madre sigue plenamente vigente, apuntó un par de cifras.Un estudio de 2009 que confirma que en los últimos veinte años en España el deseo de la mujer de tener hijos no ha variado.Sólo entre un 8 y un 12% de las mujeres finalmente no los tiene, de las cuales una parte es porque no puede.“Así que –dijo–, al menos en España, las mujeres que no desean ser madres son menos de un 10% del total”.

Dice Gimeno que el hecho de que la natalidad se haya reducido considerablemente en nuestro país y también en Europa no quiere decir que el deseo de ser madre haya disminuido. “Lo que ha cambiado –sostiene– son factores diferentes al deseo de maternidad: la planificación de la maternidad,la fertilidad, las condiciones laborales, económicas y sociales… lo que una mujer espera y quiere para su maternidad, porque ha cambiado la ubicación de la mujer en el mundo… no el deseo”.

“La maternidad no es un hecho exclusivamente biológico –dijo– ,también es un hecho social condicionado por factores políticos, económicos y socioculturales. Creo que todos tenemos la percepción de que cada día hay más mujeres que son madres con 40 años cumplidos o más. Las clínicas de reproducción asistida han visto incrementar a sus pacientes de más de 40 años de manera notoria. La realidad de las cifras dice que en 2011 se espera –la proyección del INE augura– que un 5’12% de los nacimientos habrá sido de madres de 40 o más años. Sin embargo hace 36 años el porcentaje de nacimientos de madres de 40 años y más fue del 4,5%; en la actualidad se ha incrementado solo en un 0’6% –no llega a un 1%–. Eso sí, el desplazamiento significativo lo ha experimentado la edad media de la primera maternidad. Ha pasado de los 26 años en 1975 a los 33 años en 2011. Hay un movimiento en dirección a los 40.Cada vez se es madre por primera vez más mayor”.

“Aplazar el embarazo no es nuestra decisión”

Dijo Gimeno que“El deseo de ser madre”,editado por Alba, es una guía para conocer y afrontar un proceso de reproducción asistida desde el punto de vista de una mujer que lo ha experimentado en primera persona.“Es lo que a mí me hubiese gustado saber cuando empecé a recorrer ese camino»,redondeó.

Sin embargo, el libro no es sólo el testimonio personal de un tratamiento, sino que “reúne información actual recabada de fuentes informadas y acreditadas”.

La periodista habló ayer de las posibles situaciones que deberá atravesar, de una forma u otra,la mujer que se embarca en la aventura de luchar contra la infertilidad: el porqué de un tratamiento de reproducción, las posibles dificultades para concebir, el actual aplazamiento femenino de la maternidad…

El proceso

Gimeno, tras valorar el verdadero proceso que se experimenta al iniciar un tratamiento, el shock de no poder engendrar, el enfado, el “porqué a mí”, la desesperanza, la aceptación de la situación y la búsqueda de soluciones… repasó los pasos que seguirán las mujeres y/o parejas que hayan decidido concebir con ayuda externa: la visita al andrólogo y la extracción de semen, la inducción de la ovulación y las relaciones programadas, la inseminación o la fecundación in vitro, además de atacar las dudas que les asaltarán y abordar eficazmente sus vacilaciones…

¿Por qué estamos retrasando el primer embarazo? A eso respondió que “no hay una única razón y sobre todo los motivos no son sólo nuestros. Las mujeres aplazamos nuestra maternidad por un cúmulo de circunstancias que se combinan.Se dice que es una decisión de las mujeres pero no es cierto. Es una imposición social. Sería una decisión si pudiendo hacerlo en las mismas condiciones y circunstancias a los 28 o a los 38 eligiéramos libremente hacerlo a los 38”.

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