Dudas y leyendas
En torno a los tratamientos de reproducción asistida y la infertilidad existen muchas leyendas de origen diverso que en su mayor parte prometen ser un recurso más para contribuir a alcanzar el embarazo deseado. Son fórmulas en su mayoría al alcance de cualquier paciente y su principal virtud, en ocasiones, es la de ayudar a creer que se tiene un cierto control sobre el proceso. Ello permite estar en una posición de sujeto activo y puede ayudar a encontrarse mejor.
Por otra parte, seguir recomendaciones ajenas que no han sido consultadas con ningún especialista puede conllevar sus riesgos (…)
Algunas de las leyendas a las que da respuesta el libro “El deseo de ser madre”:
- Los tratamientos producen cambios en el aspecto físico de la mujer
- Los tratamientos hormonales provocan cáncer en las mujeres a largo plazo.
- La reserva de óvulos se agota con la repetición de los tratamientos.
- Tras la transferencia embrionaria es mejor no moverse para evitar que los embriones caigan.
- Hay que hacer reposo tras la transferencia embrionaria.
- Con la reproducción asistida es fácil tener trillizos o cuatrillizos.
- La obesidad es una causa de esterilidad.
- Haber sufrido un aborto reduce las posibilidades de conseguir un embarazo.
- Con la edad sólo las mujeres disminuyen su potencial de fertilidad.
- Las mujeres necesitan las dos trompas de Falopio para quedarse embarazadas.
- Una vida sexual muy activa y la masturbación pueden ser causa de infertilidad.
- Las relaciones sexuales durante el tratamiento de reproducción asistida están recomendadas.
- El tabaco y el alcohol reducen la fertilidad.
- La vasectomía es irreversible.
- Se puede conseguir un embarazo tras una ligadura de trompas.
- Un hombre debe esperar al menos 24 horas entre relaciones sexuales para tener espermatozoides.
- Hay un mayor porcentaje de abortos en un embarazo de reproducción asistida.
- El estrés es una causa de infertilidad de modo que tomarse un descanso ayuda a conseguir el embarazo.
- Si no tengo pareja masculina, puedo pedirle a un amigo que me ceda su semen.
- No se puede elegir el sexo del bebé.