¿Centro público o privado?

En España, tanto en centros públicos como en privados, se encuentran algunos de los mejores especialistas en reproducción asistida.

Escoger centro público o privado implica pensar en la economía y en la posibilidad de someterse a técnicas más o menos sofisticadas. Muchas parejas que pueden hacer el esfuerzo económico o se arriesgan a endeudarse, y también las que por su edad no están en condiciones de esperar mucho tiempo, escogen un centro privado huyendo de las larguísimas listas de espera de los centros públicos. Mujeres sin pareja o con pareja de su mismo sexo a las que se les deniega el tratamiento en su comunidad autónoma también se ven obligadas a acudir a la privada, si pueden permitírselo.

También hay quien combina las dos fórmulas: inscribirse en la lista de espera del sistema público e iniciar los tratamientos en la privada hasta que llegue el turno en la pública. Ahora bien, si haces esto, te arriesgas a que después no te acepten en la pública, sobre todo si comunicas que ya te has sometido a varios ciclos sin éxito en una clínica privada. La razón es que muchas comunidades no aplican más de tres ciclos por persona en la Seguridad Social y además consideran que tras tres ciclos fallidos las posibilidades de éxito son tan bajas que no merece la pena invertir recursos en un nuevo intento porque el riesgo de desperdiciarlos es alto, a excepción de casos puntuales.

En la elección, algunos de los aspectos que es importante tener en cuenta son los precios, la trayectoria del centro –no es lo mismo un centro principiante que otro con una experiencia dilatada, ni uno que realiza 100 FIV al año que otro que efectúa 1.000–, la profesionalidad de sus especialistas, la calidad y dotación de su laboratorio, sus resultados clínicos, la calidad de la atención, los tipos de tratamientos y técnicas que pueden ofrecerte, la distancia del centro a tu domicilio, la calidad de la comunicación con el equipo médico y tus posibilidades de participar en la toma de decisiones respecto a tu tratamiento.

También es importante la confianza que te merezca por lo que conozcas de otras personas que se han tratado allí.

Si estas pensando en acudir al sector privado, ten en cuenta que no todos los centros privados son iguales. Hay centros privados con mucho prestigio, experiencia y buenos resultados clínicos y otros que no tanto. La SEF ofrece en su página web estadísticas de resultados de numerosos centros privados y públicos.

En un centro público no tendrás que desembolsar nada por el tratamiento ni por la medicación. Únicamente en el caso de que necesites donación y dependiendo de en qué comunidad autónoma residas, tendrás que comprar la muestra, probablemente en un centro concertado o privado. En Andalucía la muestra es gratuita si el tratamiento es en un centro público. En la Comunidad Valenciana y en la Comunidad de Madrid se paga.

En una clínica privada, tendrás que costear el tratamiento y la medicación. Los precios varían según tratamientos y clínicas y oscilan entre 600 y 1.500 euros de un ciclo de inseminación artificial a alrededor de 12.000 euros por un ciclo de FIV con Diagnóstico Genético Preimplantacional. Ha de tenerse en cuenta que además hay personas que necesitan varios ciclos para conseguir el embarazo, de modo que hay que multiplicar.

Además, se ha de sumar la medicación, cuyos precios son prohibitivos –para un ciclo puedes necesitar dos cajas de Gonadotropina a 500 euros cada una, aproximadamente.

Hay hospitales públicos que tampoco realizan el Diagnóstico Genético Preimplantacional, una técnica que permite estudiar las características genéticas de los embriones antes de ser introducidos en el útero. Y la mayoría no suele ofrecer donación de ovocitos porque apenas hay bancos y realizarlo en fresco sincronizando a donante y receptora requiere una coordinación que no todos pueden abordar. En muchas comunidades autónomas no hay bancos de ovocitos, ni en centros públicos ni en privados.

También hay diferencias en lo que respecta al límite de edad para ser admitida como paciente. En una clínica privada, por lo general, admiten a mujeres de hasta cincuenta años. Para los hombres, ni las públicas ni las privadas establecen una limitación. En el sistema público la limitación de edad, aunque varía de una comunidad autónoma a otra, se encuentra alrededor de los 40 años.

No encontrarás problemas en la privada en lo que se refiere a repetir ciclos, siempre que los médicos consideren que un intento más puede merecer la pena y no pone en riesgo tu salud. En la pública por lo general se limita a tres ciclos y un cuarto en según qué circunstancias.

En las clínicas privadas también es probable que encuentres, cada vez con mayor frecuencia, un departamento de atención psicológica especializada. En la pública, si necesitas apoyo psicológico, es probable que no puedas conseguirla.

Un aspecto sumamente importante y que puede pasar desapercibido en cualquier clínica es la calidad y dotación de su laboratorio y la profesionalidad de sus especialistas, no sólo de los que te atienden, sino de los que van a manipular tus óvulos, los espermatozoides y los embriones resultantes. Son profesionales a los que no ves.

En general, los centros públicos tienen problemas importantes de financiación y sus recursos son limitados, por ello ofrecen en términos generales las técnicas más sencillas de la especialidad, que, por otro lado, para muchos de los pacientes pueden ser más que suficientes. Sí hay que decir que sus profesionales suelen ser muy cualificados. Los mejores especialistas en reproducción asistida que trabajan en clínicas privadas de prestigio también están en la cartera de la Seguridad Social. Son los mismos médicos. Lo importante es que confíes en el que te corresponde a ti y, si no es así, no pierdas tiempo y solicita el cambio a otro.

Algo menos importante pero que también es distinto en el sistema público y en el privado es la calidad de las instalaciones y una serie de ceremonias de atención que encontrarás en la privada y en la pública no. Todo ello está más relacionado con la comodidad y la imagen que con la eficacia.

La distancia del centro a tu domicilio también es algo a tener en consideración, ya que cuando comiences el tratamiento vas a tener que acudir con frecuencia a controles.

Si te preguntas lo más importante, ¿quién obtiene mejores resultados?, la respuesta no es fácil y dependerá de cada centro. Puedes conocer los datos de más de cien centros españoles en la página web de la Sociedad Española de Fertilidad, consultando el último informe o directamente las fichas de datos de centros en el apartado Registro SEF.

De todos modos, los resultados en centros públicos y en centros privados en general no son comparables en cuanto en los centros públicos no suelen atender a personas mayores de 40 años y se realiza un número limitado de ciclos. Los resultados clínicos bajo estas condiciones no pueden compararse con los obtenidos al realizar tratamientos a mujeres de hasta 50 años y por un número ilimitado de ciclos. Además, no todas las clínicas privadas ofrecen estos datos y las hay que los ofrecen de manera parcial o sesgada.

Es muy probable que haya hospitales públicos que ofrezcan mejores resultados que algunas clínicas privadas, porque contarán con mejores medios, especialmente si los comparamos con clínicas más pequeñas, que son muchas. También es probable que alguna clínica privada, que ha invertido en investigación y ha adquirido prestigio internacional por sus avances –hay muy pocas–, obtenga mejores resultados de conjunto que muchos hospitales públicos.

Los servicios de tu hospital público de referencia van a depender de la política sanitaria del gobierno de tu comunidad autónoma. Las competencias en Sanidad se transfirieron a las autonomías y el Ministerio de Sanidad únicamente establece el marco que ha de ser común a todas.

 

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