Qué alegría!!!! O no tanta como esperabas? Lo más común es que al saber que estamos embarazadas, por fin, después de un, a menudo, largo proceso, suframos una especie de shock y nos tomemos la noticia con cierta precaución. Es que toda la lucha en la que hemos invertido nuestra energía, nuestros pensamientos, nuestro dinero, en muchas ocasiones, se ha terminado de golpe. Ya está, se acabó ir a la clínica, medirte la temperatura, controlar el ciclo menstrual,….y puedes hacer una hoguera con todos los papeles, pruebas médicas y facturas que has acumulado en todo el proceso, para decirles ADIÓS!! Pero no saltas de alegría.

No siempre ocurre así, también hay momentos de explosión de alegría, pero suele ir acompañada del inicio del miedo a que ese bebé no cuaje en nuestro útero, a que algo vaya mal durante el embarazo… es como si quisiéramos comenzar a correr (y decir a todos que estás embarazada!!!) y alguien te estuviera poniendo la mano delante para frenar ese impulso, por prudencia. No crees? A muchas mujeres les ocurre así.

Es común también que la cautela en cuanto a imaginar al futuro bebé se prolongue durante las primeras semanas de embarazo e incluso que se tarde meses en «creerse» realmente que una está embarazada.

A partir de ese momento la imaginación –secuestrada en cierto modo por la necesidad de prudencia– puede comenzar a volar poco a poco hacia otros asuntos. Los temas que ocupaban tus pensamientos van a cambiar por completo y centrarse en otros mucho más agradables.

Y es momento de pensar en cuidarse para llevar bien el embarazo, de elegir ginecólogo y hospital para parir al bebé, y de disfrutar de esa etapa.

Tu embarazo de reproducción asistida es como un embarazo que no ha requerido tratamientos. Únicamente, si tienes más de 40 años o es un embarazo múltiple, o te han diagnosticado algún factor de riesgo, será clasificado como embarazo de riesgo y de ese modo te visitará con mayor frecuencia tu ginecólogo y recibirás más atención.

Existe una tendencia común en los embarazos de reproducción asistida a incrementar de forma voluntaria el número de controles médicos durante la gestación, así como el reposo, algo perfectamente comprensible para un embarazo que puede haber costado años de conseguir y que en muchos casos puede ser el último si la gestación se interrumpe por cualquier circunstancia.

Algo que también distinguirá tu embarazo conseguido a través de tratamientos de reproducción asistida de un embarazo espontáneo es que los niños nacidos mediante tratamiento y de madres mayores son considerados «feto valioso» y en atención a ello recibirán un trato especial, un protocolo diferente, durante el seguimiento de la gestación, el parto y al nacer.

Para saber más…

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