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«Los casos de esterilidad por paperas son excepcionales», tranquilizan los expertos
FERMÍN APEZTEGUIA | BILBAO (EL CORREO)
No es lo mismo tener paperas de niño que de mayor, ni si se es hombre que mujer. Las consecuencias para la salud de los varones adultos, entre quienes cada vez se dan más casos, suelen ser peores. Uno de cada tres hombres infectados, en torno al 30% en realidad, sufrirá una inflamación de los testículos que, en algunas ocasiones, «muy raras», evolucionará hacia una atrofia testicular que le dejará estéril. «Pero no es para alarmarse, ni mucho menos», tranquiliza la especialista Mónica García Asensio, vicepresidenta de la asociación vasca de médicos de familia Osatzen. Los casos de parotiditis en personas mayores son «muy, muy pocos, quizás uno de cada 100.000» y los que desembocan en orquitis, que es como se llama a la inflamación de los testículos, «excepcionales». «En esto hay mucha leyenda urbana», asegura la experta, que trabaja en un centro de salud de Santurtzi.

Los programas de vacunación infantil, que incluyen la administración de la llamada triple vírica, contra el sarampión, la rubeola y la parotiditis o paperas, han permitido convertir en brotes aislados lo que no hace demasiados años fue una enfermedad endémica en todo el mundo. Suele haber algunos niños, pocos, en que falla la profilaxis que, por regla general tiene una eficacia del 75% al 90%. Al vacunarse o pasar la enfermedad, niños y adultos generan inmunidad, una barrera de defensas naturales que les protegerá por el resto de sus días.
Las paperas están provocadas por un virus, que ataca fundamentalmente a las glándulas salivares, aunque no solo. De ahí que pueda extenderse a los testículos, los ovarios o el páncreas y, en algunos casos desencadenar otras complicaciones, tan «raras» que los médicos generalmente no suelen ver.

Al tratarse de un virus, no hay tratamiento médico que las cure. La enfermedad ha de seguir su curso natural y toda intervención se dirigirá a mitigar con fármacos los síntomas, como fiebre y dolor, que en los adultos suelen ser más fuertes y requieren algún día más para superarse. A los varones afectados por orquitis se les recomienda el uso de un protector suspensorio para atenuar el dolor testicular que se produce por efecto de la gravedad. A causa de la inflamación, las glándulas masculinas pueden llegar a cuadruplicar su tamaño. Al vencer el virus, los testículos recuperan su tamaño normal.

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